10.6.08

No sé por qué, pero llorar

Hoy de pronto me dieron ganas de llorar. El llanto se traduce en letras, buscaba el llanto hace un rato.

Hoy siento que cerré la puerta, la que creía cerrada, la que no lo estaba. Hace un frío del demonio, se acabó el gas, no tengo estufa pero necesito llorar. Y hoy he decidido que quiero que me vean llorar, ves cómo caen las gotas entre estas letras, entre cada espacio hay un sollozo. Sí, quiero llorar.

El leer me tocó la fibra, me reencontró con ese yo anterior. Amo mi llanto, mi llanto en letras, la puerta cerrada y la ventana abierta. Lloro pero sin pena, tampoco alegría, creo que es emoción.

Hoy es el momento en que vuelvo a tomar lo mejor de mí. De mi yo nacido, mi yo parido, maltratado y descuidado. De mi yo que terminó de caer vertiginosamente y ahora mira desde una planicie la vertiente recorrida y la cima por alcanzar. Entre las nubes la imagino, está demasiado alta, tanto que no la conozco, la imagino a ratos pero no la dibujo.

He llegado a un punto que tanto esperaba. A un cuarto de camino, pareciera ser. Desde hoy escribiré más seguido, promesa ante mí. Quiero retomar mi proyecto a sangre, las palabras a sangre, la energía vital.

El llanto sigue, me emociono conmigo misma. Volver a mi centro, poder amar. Amarlo todo, amar a todos, hace cuánto olvidé esa consigna, no lo sé.

Estoy empezando a vivir la vida que quiero, es como para llorar.